Frank McEwen

El taller siguió siendo una parte no oficial del museo hasta que sus productos comenzaron a venderse en el extranjero gracias a los esfuerzos de Lord Delaware, David Stirling y otros;

McEwen dejó un importante legado al Museo Británico, en forma de una colección de especímenes en piedra, arcilla y madera (principalmente artículos que había comprado a los artistas que trabajaron en 1957-1973).

En 1952, McEwen comenzó a sentir que la Escuela de París se estaba volviendo trivial y comenzó a mostrar un mayor interés por la cultura africana.

Cuando McEwen se unió a sus filas, el British Council estaba intentando diseñar una exposición de arte británico para exportar a Francia.

McEwen rápidamente se desilusionó con la guerra, pero a través de contactos con la Resistencia francesa y el gobierno de Francia en el exilio pudo, como hablante fluido de francés, encontrar trabajo en la sede de las Fuerzas Aliadas.

McEwen finalmente regresó a París, donde con la ayuda de Foucillon encontró trabajo como aprendiz de un restaurador de arte que trabajaba en las colecciones del Louvre;

En 1933, Frank McEwen tuvo un hijo (Frank Aldridge) con la pintora estadounidense Frances Wood.

Por consejo de Focillon, McEwen optó por convertirse en pintor en lugar de conferencista, lo que provocó una ruptura con su familia, por lo que tuvo que mantenerse económicamente a través de la pintura y la restauración de cuadros.

Nacido en México y criado en Devon, McEwen creció rodeado de arte de África Occidental, que su padre había coleccionado en varios viajes de negocios.

Francis Jack McEwen, OBE (19 de abril de 1907 - 15 de enero de 1994) fue un artista, profesor y administrador de museos inglés.